02 marzo, 2009

El empresario argentino Shlomo Benzion revoluciona la moralidad de Toronto

Julio César Rivas Toronto (Canadá), 1 mar (EFE).- En pocos años, el actor y empresario argentino Shlomo Benzion ha revolucionado las fantasías sexuales de la mayor ciudad canadiense, Toronto, con su "Wicked Club" y ahora se plantea repetir la fórmula en otros países incluida su Argentina natal.
Benzion, un actor de padre argentino y madre peruana que vivió parte de su infancia en Israel, explica a Efe que "Wicked Club", el local que regenta desde hace varios años en Toronto con su esposa Aurora, "es un estilo de vida alternativa, un club hedonístico" en el que parejas pueden explorar sus fantasías sexuales con seguridad.
Señala que su club "no es un club de ´swingers´", un término que considera anclado en el pasado y que constriñe lo que sucede entre las cuatro paredes de su club.
"No es que las parejas vienen intercambiarse. Hay gente que son exhibicionistas, otros que les gusta mirar. Es el lugar en el que la gente se puede expresar con libertad" explica.
El céntrico "Wicked Club" se ha convertido en un punto de referencia de la vida nocturna de Toronto y atrae a parejas de localidades de los alrededores de la ciudad, de Montreal e incluso de Estados Unidos.
Benzion reconoce que el camino no ha sido fácil. Todo empezó con desfiles de modelos en lencería que funcionaban como fiestas privadas "interactivas" en diversos locales.
El éxito de las fiestas motivó a Benzion a institucionalizar la idea en un local y fechas fijas.
Pero el empresario, que había llegado a Toronto tras vivir en Londres y con la idea de trabajar como actor en Estados Unidos, se dio cuenta que la sociedad norteamericana era mucho más puritana que la europea.
"Pensaba que en Norteamérica eran más abiertos, pero es todo lo contrario. Son más cerrados acá y en Estados Unidos que en Europa.
Pero tras la hipocresía había interés. Cada vez había más gente nueva", declara Benzion.
En Toronto había otros locales parecidos al "Wicked Club" pero formaban parte de un mundo que vivía en las sombras.
"Mi objetivo fue convertirlo en algo que es excepcional. No quería esconderme porque la única forma de hacerlo normal es hacerlo abierto" dice.
En su opinión, "fue un desafío. La gente se escondía y la palabra sexo era como una palabra mala".
La cara y el nombre de Benzion se convirtieron en la imagen de aquellos que luchaban por liberalizar la moral del país, especialmente después de que en 2005 el Tribunal Supremo del país dictaminase que los clubes de ´swingers´, donde adultos consienten a mantener relaciones sexuales, son legales
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